top of page

UNA MIRADA DISTINTA




Este presente social que lo pensamos lejano, futuro, se hizo más presente en esta crisis global; llegó de golpe evidenciando los límites que asechaban a los docentes, sin importar los títulos académicos que tuvieran, el desafío de acompañar en este viaje a los alumnos les exigió aprender con lo diferente. Quizás algunos conjugaban sus clases presenciales con el uso de tecnologías de información y comunicación para modernizar la enseñanza. No obstante, la actual situación de vulnerabilidad llevó a que la mayoría de los docentes se abrumara y en consecuencia recurriera a la enseñanza remota usando plataformas virtuales, mensajes de texto o correo electrónico, haciendo de estas herramientas parte de su estilo de vida, lo virtual se hizo más real iniciando una interacción digital bidireccional e instantánea. Es una realidad que los estilos de vida sean contrastantes, algunos son saludables y otros son nocivos. Hay contrastes que duelen, como las asimetrías sociales que muestran una brecha digital injusta, floreciendo la inequidad en las condiciones de educación. Para el ámbito rural son un pasto seco, haciendo que con la lejanía sean inalcanzables las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC). Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) el 73.1% tiene acceso a internet en las zonas urbanas, en tanto sólo el 40.6% hace uso de este servicio en las zonas rurales (INEGI, ENDUTIH 2018).Esta realidad nos aleja de alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marcó en el 2015 la Organización de las Naciones Unidas (ONU), esto es, llegar a erradicar la pobreza y ponerle fin al hambre. Suena a toda una utopía, cuando los mismos sistemas de gobierno no llegan a una conciencia global que los lleve a promover los derechos humanos de libertad, igualdad y de educación. Cómo alcanzar el 4º objetivo de los ODS, es decir, “Educación de Calidad”, si una de las limitantes son los contrastes en las oportunidades de aprendizaje que vive la población mexicana. La información está en manos de los privilegiados, por estar ubicados físicamente en sitios donde la conexión a internet les ha permitido cruzar las fronteras de los universos virtuales, haciendo con ello que las TIC trasciendan la enseñanza recibida en el aula. Hoy la mediación de la pantalla permite el aprendizaje en cualquier lugar y a cualquier hora, lo que se conoce como ubicuidad virtual, potenciando el m-learning o moving learnig. Luego entonces, este presente ha requerido una alfabetización tecnológica para los docentes, aportándoles nuevas competencias tecnológicas. No cabe duda de que extrañan el encuentro presencial para compartir experiencias interculturales entre ellos como gestores del conocimiento y los alumnos como receptores y creadores de influencias múltiples. Pues muy a pesar de las adversidades, los docentes han tenido la capacidad para adaptarse y convertirse en el Humanware que discrimina los contenidos educativos poniendo la dimensión humana por encima de los planes y programas de sus grados académicos, entendiendo que la tecnología en sí misma no es la solución, por lo que han ajustado la educación, haciendo de las experiencias de la cotidianidad un instrumento de vida para compartir a través de las pantallas una pedagogía de transformación social y personal. Mi reconocimiento para los maestros resilientes que con una mirada distinta decidieron ajustar las reglas del juego para rediseñar, acompañar y evaluar a sus alumnos en un juego inesperado, abrigando nuevas esperanzas en este presente transitorio, generando un pensamiento crítico, y reafirmando su compromiso en la construcción de una sociedad más cooperativa que debe reaprender de estos nuevos paradigmas para fomentar el bien común.



Posts Destacados 
Posts Recientes 
bottom of page