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UNA ABEJA ADOLORIDA



“La Abeja Adolorida” Remedios Varo 1957


Antonio Machado, poeta, dramaturgo y narrador español, amante de la naturaleza, incorpora con excelencia en sus obras, seres alados e insectos polinizadores como las moscas, las mariposas o como las abejas. Un poema de su libro, del 1907, “Soledades, galerías y otros poemas”, resalta a la colmena como imagen de la esperanza. Cito parte del poema: Anoche cuando dormía: Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una colmena tenía dentro de mi corazón; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que era Dios lo que tenía dentro de mi corazón. Qué sensibilidad de este poeta para hacer una analogía entre las emociones del habitáculo del corazón y el de una colmena, cual mensajeras de un dulce amor.



Pero no sólo Machado aludió a las abejas en su poesía, sino también el fisicomatemático Alberto Einstein, al escribir una carta el 18 de octubre de 1949 en la cual analizó el sofisticado sistema de navegación de las abejas tras haber conocido las investigaciones del etólogo austriaco Karl von Frisch. Éste demostró que las abejas exploradoras regresaban a la colonia e informaban al resto de las abejas sobre la posición, la distancia y la dirección en las cuales se encontraban el néctar y el polen de las flores. Lo exteriorizaban a través de movimientos vibratorios del abdomen a los que Karl les llamó la danza de las abejas. Tales estudios sobre la danza de las abejas le merecieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, en 1973.


Entre las 20,000 especies de abejas que existen en el mundo, las que producen miel son las abejas melíferas, especie polinizadora que sobrevive en todos los ambientes del planeta, son originarias de Europa, África y Asia. Se dice que llegaron al continente americano en 1764 a Cuba y fue hasta principios de 1900 cuando llegaron a México por el estado de Yucatán. Curiosamente se piensa que las abejas son insectos sociales y en realidad sólo el 5% lo son. Asombroso ¿no? que el 95% de las especies de abejas sean solitarias. Nosotros cuando leemos un libro, lo disfrutamos en solitario. Así como las abejas extraen la dulzura de las flores, de manera similar, la mente humana extrae la dulzura de los libros y nos dejan su perfume que perturba nuestros sentidos, alucinando con su picadura la poca cordura que anida en la razón.

Una razón, para impulsarnos a comprender la importancia de las abejas en nuestra sobrevivencia es la declaración que en 2019 publicó el Earthwatch Institute, de la Real Sociedad Geográfica de Londres, en el sentido de que las abejas son el ser vivo más importante del planeta tierra, porque generan ambientes saludables, toda vez que la agricultura del planeta está íntimamente relacionada a la polinización que las abejas realizan para que se de la floración y la reproducción de la mayoría de las frutas y verduras que consumimos. Las abejas extraen el néctar de las flores y lo transforman en miel. Además, elaboran los propóleos, la cera, la jalea real y el polen, esto es, fabrican fuentes de energía, de proteínas, de minerales y de vitaminas.


Existe una extensa variedad de mieles, hay miel de romero, miel de girasol, miel de mezquite, miel de azahar, miel de tomillo, miel de eucalipto, miel multifloral. El hecho es que, entre la algarabía de las obreras, de los zánganos y de una reina no se mantiene el borlote para la danza de las abejas. No es suficiente la miel de oro para sostener la colonia, se requiere de nuestra ayuda. La cerrazón de la supuesta civilización ha promovido prácticas agrícolas insanas, la sobre producción de alimentos en un menor tiempo, la deforestación, la contaminación y el cambio drástico en el uso del suelo con pesticidas, insecticidas y fertilizantes, provocan el cambio climático desfavorable. Los incendios como la expansión urbana irregular tampoco contribuyen para la presencia de espacios favorables de las abejas.


Una de las frases que describen la obra de la escritora y pintora surrealista Remedios Varo se encuentra en el museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, la cual menciona que ella No era una pintora de lo que veía, sino de lo que soñaba. Ella creía que las abejas serían los últimos seres en extinguirse de la faz de la tierra.

En su libro: Cartas, sueños y otros textos, alude de manera poética, a la muerte generada por la miel de abejas…tantas abejas han entrado y se han puesto a fabricar miel, si siguen quedaré enterrada en miel, adorable manera de morir. Remedios Varo: ¨La Abeja Adolorida¨.


Y qué decir del simbolismo que han tenido las abejas para algunas marcas comerciales como Christian Dior, quien era un amante de la jardinería y para quien entre las primeras propuestas para su logotipo estaba una abeja. Sin embargo, fue hasta el 2016 cuando la Casa Dior nombró desde su creación en 1946, a María Grazia Chiuri como la primera mujer directora artística, quien hizo de sus desfiles una reivindicación feminista a través de la moda. Grazia Chiuri retomó la imagen de la abeja para Casa Dior, y le dio la connotación de la reina del enjambre, como representante del empoderamiento femenino. Otro diseñador que ha rendido tributo a algunos animales ha sido Alessandro Michele para Casa Gucci, exhibiendo colecciones con abejorros.

A manera de cierre: en el 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas. Fecha que nos invita a reconocer la gran contribución que tienen las abejas en el equilibrio y mantenimiento de la salud de nuestro planeta.



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